LOS DINOSAURIOS:
Nuestra tierra tiene 4,54 mil millones de años y con el transcurso de todos estos años han pasado numerosas formas de vida sobre ella, especies que hace mucho se extinguieron y otras que en cambio evolucionaron y todavía forman parte de nuestro ecosistema.
Del numeroso grupo de seres extintos hacen parte los poderosos y admirados dinosaurios. Los dinosaurios fueron enormes reptiles que habitaron en nuestro planeta tierra durante 160 millones de años aproximadamente, en la era mesozoica y se encuentran ubicados en el superorden de vertebrados saurósipdos. La palabra dinosaurio viene del griego y significa “lagarto terrible”, el científico Richard Owen fue quien empleó el término en 1841, porque para él eran enormes lagartos que le infundían respeto y admiración.
El conocimiento que se tiene de los dinosaurios es gracias a los restos fósiles que han sido hallados en todos los continentes. Con los años y con ayuda de la tecnología se han hecho simulaciones muy reales de estos animales, y gracias a esto, es que podemos tener una idea de cómo eran estas maravillosas criaturas, cómo vivían y cuáles eran sus hábitos.
Existieron diversos tipos de dinosaurios, desde los más grandes como el Ultrasaurus (o Ultrasauros) que alcanzaba 15 metros cuando estiraba la cabeza hacia arriba al igual que lo hacen las jirafas, hasta los más pequeños como el Saltopus, que medía aproximadamente entre 50 y 90 centímetros o el Micropachycephalosaurus (o Micropachycephalosauros), fue el dinosaurio más pequeño y era casi del tamaño de un conejo.
En cuanto a su alimentación, los fósiles desempeñaron de nuevo un papel importante para que los científicos descubrieran cómo se alimentaban los dinosaurios. La información más importante la dan la dentadura del animal y la forma, junto con la disposición de las mandíbulas. Los herbívoros tenían los dientes planos, en cambio los dientes en los carnívoros eran curvados y cerrados, de esta manera penetraban más en la carne de la presa. Con los fósiles encontrados, también se descubrió que los carnívoros tenían una cabeza grande con un cuello musculoso, por eso, se supone que poseían una mordedura fuerte que les permitía arrancar buenas porciones de carne. En cambio, los herbívoros poseían cuellos muy largos y de esta manera conseguían alimento en las copas altas de los árboles.
Estas son algunas de las diferencias que presentaban los dinosaurios, pero la característica que aporta la mayor distinción entre estos reptiles era la forma de su cadera, de acuerdo con esto, los dinosaurios están divididos en dos grupos: los Saurisquios y los Ornitrisquios.
Características de los dinosaurios:
Los dinosaurios eran unos animales que se diferenciaban de los reptiles que conocemos hoy día puesto que éstos caminaban con sus patas bajo sus caderas. No se arrastraban sino que caminaban, en su gran mayoría, de forma erecta. Estos seres vivos contaban además con un agujero en la zona de su cráneo ubicada entre las cuencas de los ojos y las fosas nasales, tenían vértebras sacras en la pelvis y sus extremidades estaban ubicadas bajo su cuerpo. Tenían también músculos en el húmero y en la mandíbula y estructuras fuertes en las caderas, rodillas y tobillos para poder moverse.
Por contra a lo que sucede con los reptiles actuales, diversas teorías e investigaciones sugieren que los dinosaurios no controlaban la temperatura de su cuerpo según el entorno, sino que utilizaban su propio metabolismo y es por ello que podían calificarse, al contrario que los reptiles, como animales con algo de sangre caliente. Los dinosaurios se dividen principalmente en dos grupos según la estructura de la pelvis. Unos la tienen como los reptiles y otros como las aves. También pueden dividirse según sus hábitos alimentarios en carnívoros o herbívoros, aunque también existían especies que consumían vegetales y diversos animales pequeños o según si caminaban a dos o a cuatro patas.
TIPOS DE DINOSAURIOS: Todo lo que se conoce sobre estas fascinantes criaturas ha sido posible gracias a los fósiles que han sido hallados a lo largo del mundo. Con los años se han hecho simulaciones bastante reales a partir de estos esqueletos, que le han proporcionado una idea más clara a los científicos y paleontólogos de cómo eran estos animales.
Se ha llegado a conocer que las diferentes especies estaban dotadas de diversas características que obtuvieron durante su evolución y garantizaban su supervivencia. Los dinosaurios carnívoros por ejemplo se distinguían por los dientes afilados y las garras adaptadas para cazar a sus presas, mientras que los herbívoros podían alcanzar grandes tamaños.
A pesar de todas estas distinciones, la más importante de todas y que ha determinado su clasificación en dos grupos, es la forma en que se proyectaba su cadera. Partiendo de esta característica los dinosaurios han sido agrupados en los Saurisquios y los Ornitisquios .
SAURISQUIOS O DINOSAURIOS DE CADERA DE LAGARTO:
Los dinosaurios conocidos como Saurisquios surgieron en el período Triásico hace aproximadamente 228 millones de años y se diversificaron durante los períodos Jurásico y Cretácico. Se distinguen por tener la cadera similar a la de los lagartos, con el hueso púbico hacia delante.
Todos los Saurisquios no-aves se extinguieron en el Cretácico, pero los Saurisquios aviares se consideran los antepasados de las aves modernas.
Los Saurisquios estaban divididos en los dinosaurios carnívoros y los herbívoros gigantes. Algunas de las especies que se encontraban dentro de este suborden son las siguientes.
ALOSAURIO (ALLOSAURUS FRAGILIS):
Estos dinosaurios carnívoros se caracterizaban por las protuberancias que exhibían delante de cada ojo. Se alimentaban de otros dinosaurios más pequeños como el Camptosaurio y el Estegosaurio, además de lagartos y mamíferos.
AMARGASAURIO (AMARGASAURUS CAZAUI):
Estos dinosaurios herbívoros se alimentaban de plantas, en especial las coníferas que eran las que más abundaban en el Cretácico. Podían medir hasta 10 metros de longitud y pesar hasta cinco toneladas. En el cuerpo poseían unas espinas que les servían como defensa y durante el cortejo.
ARQUEOPTERIX (ARCHAEOPTERIX LITHOGRAPHICA):
Esta ave primitiva que data del período Jurásico se considera la primera ave. El descubrimiento de su fósil fue definitivo como evidencia para soportar la teoría existente de que las aves habían evolucionado a partir de un dinosaurio. Era carnívora e incluía en su dieta pequeños reptiles, insectos y mamíferos.
BRAQUIOSAURIO (BRACHIOSAURUS BRANCAI):
Este herbívoro que podía medir hasta 28 metros y pesar hasta 50 toneladas, estaba adaptado para alimentarse de los árboles más altos. Es el único dinosaurio que se conoce con las patas delanteras más largas que las traseras.
DEINONICUS (DEINONYCHUS ANTIRRHOPUS):
Este depredador cuyo nombre significa garra terrible, se alimentaba de animales y otros dinosaurios pequeños. Su herramienta más mortífera era la garra del segundo dedo de sus patas, con la que mataba a sus presas. Solo utilizaba para caminar el tercer y cuarto dedo.
DIPLODOCUS (DIPLODOCUS LONGUS):
Otra especie herbívora que se alimentaba de hojas y frutos de árboles altos, así como helechos y equisetos que se encontraban a nivel del suelo. Poseía una cola muy delgada que le servía a modo de látigo para protegerse de sus atacantes.
ESPINOSAURIO (SPINOSAURUS AEGYPTIACUS):
Los fósiles de estos dinosaurios han sido encontrados en Egipto, Túnez y Marruecos. Se conoce que era carnívoro, pero no hay certeza de qué animales se incluían en su dieta porque no han sido encontrados restos de comida en ningún fósil. Poseía una enorme cresta que se cree que absorbía y dispersaba el calor.
GALLIMIMO (GALLIMIMUS BULLATUS):
Este dinosaurio omnívoro conocido como reptil gallina, era muy ágil y caminaba en dos patas delgadas. Con una altura aproximada de cuatro metros y un peso alrededor de las cuatro toneladas, obtenía sus alimentos después de colar el lodo con sus dientes tipo peine.
MAMENQUISAURIO (MAMENCHISAURUS HOCHUANENSIS):
De esta especie herbívora no se ha podido encontrar un esqueleto fósil completo, pero si partes de él. Al parecer viajaba en manadas, sobre todo cuando el alimento escaseaba en la zona.
ORNITOMIMO (ORNITHOMIMUS VELOX):
Esta especie omnívora se alimentaba de plantas, insectos y huevos de otros tipos de dinosaurios. Su nombre responde a su gran parecido con algunas aves modernas como el avestruz. Medía alrededor de tres metros de largo y podía llegar a pesar hasta 150 kg.
TECODONTOSAURIO (THECODONTOSAURUS ANTIQUUS):
Este es el prosaurópodo (primeros grandes dinosaurios herbívoros) más antiguo que se conoce. Como características distintivas tenía una cabeza pequeña, el cuello relativamente largo y las patas traseras más largas que las delanteras. Tenía cuatro dedos en las patas traseras y cinco en las delanteras.
TIRANOSAURIO (TYRANNOSAURUS REX):
Este dinosaurio es reconocido como uno de los carnívoros más feroces. Medía de 10 a 14 metros de longitud y podía llegar a pesar hasta siete toneladas. En comparación al tamaño de su cuerpo, sus manos eran tan cortas que ni siquiera le servían para llevarse la comida a la boca. Fue considerado el carnívoro más grande hasta el descubrimiento de ejemplares de mayor tamaño.
VELOCIRAPTOR (VELOCIRAPTOR MONGOLIENSIS):
Estos dinosaurios carnívoros no superaban los 1.8 metros de longitud y los 15 kg, pero como cazaban en grupo podían capturar presas mucho más grandes. Poseía unas fuertes garras en sus patas que le servían como herramienta para someter a sus presas.
ORNITISQUIOS O DINOSAURIOS DE CADERA DE AVE:
Los Ornitisquios vivieron en el período comprendido entre el Triásico superior y el Cretácico superior, hace aproximadamente 228 y 65 millones de años. Se definen por una cadera similar a las aves, con el pubis apuntando hacia atrás. Esta similitud es superficial pero no los emparenta con las aves actuales, que por el contrario descienden de los Saurisquios.
Todos los Ornitisquios eran herbívoros y vivían en grandes manadas, mucho más numerosas que los Saurisquios. Habían adquirido unas mandíbulas flexibles y unos dientes molares que les permitían masticar todo tipo de plantas fibrosas.
Algunos caminaban a cuatro patas y otros solo usaban las traseras para desplazarse. Su cuerpo era más fornido que el de muchos carnívoros y aunque poseían cuernos o corazas protectoras, eran animales de naturaleza pacífica. Dentro de las especies más conocidas de los Ornitisquios se reconocen las siguientes.
ANQUILOSAURIO (ANKYLOSAURUS):
El cuerpo de este dinosaurio herbívoro se encontraba completamente protegido por espinas y placas óseas. La cola también quedaba rematada con un pesado mazo de hueso, que utilizaban para defenderse de sus atacantes.
APATOSAURIO (APATOSAURUS AJAX):
Esta es otra especie de grandes dinosaurios herbívoros. En el reconocimiento inicial de sus fósiles existieron algunas confusiones y se identificaron como dos especies diferentes, por lo que es posible también que se refieran a él con el nombre de Brontosaurio.
CORITOSAURIO (CORYTHOSAURUS CASUARIUS):
Estos dinosaurios herbívoros medían hasta nueve metros de largo y pesaban hasta dos toneladas. En su dieta se incluían las hojas de los árboles similares a los pinos y abetos actuales. Poseían una cresta singular que se cree que les servía para el cortejo, emitir sonidos o aumentar su sentido del olfato.
ESTEGOSAURIO (STEGOSAURUS ARMATU):
Este otro dinosaurio herbívoro poseía placas sobre el cuerpo que podían medir hasta un metro de altura. Las placas más grandes se situaban sobre su cadera y se cree que les servían para regular la temperatura del cuerpo.
LAMBEOSAURIO (LAMBEOSAURUS LAMBEI):
Estos dinosaurios tenían una dentadura muy característica que les permitía triturar las plantas más duras. Se trataba de varias filas de dientes amontonados unos sobre otros, que podían llegar a alcanzar los 700 dientes.
PAQUICEFALOSAURIO (PACHYCEPHALOSAURUS WYOMINGENSIS):
Dentro de las características que destacan de este herbívoro se encuentran la enorme bóveda ósea en su cabeza, que podía medir hasta 25 centímetros de espesor y las numerosas prominencias que la rodeaban. Esta estructura se cree que cumplía alguna función en los rituales de apareamiento.
PROTOCERATOPS (PROTOCERATOPS ANDREWSI):
Esta especie que también se alimentaba de plantas vivió en el período Cretácico tardío. Medía solo dos metros de altura y pesaba 177 kilos. En el cráneo tenían lo que parecían ser unos cuernos, pero realmente eran botones óseos sobre la punta de la nariz y las mejillas.
TRICERATOPS (TRICERATOPS HORRIDUS):
Su nombre indica que esta especie poseía tres cuernos sobre la cabeza. Eran herbívoros que se alimentaban de plantas ricas en fibras. Con nueve metros y seis toneladas, se consideran uno de los mayores dinosaurios cornudos que vivieron a finales del Cretácico.
TUOJIANGOSAURIO(TUOJIANGOSAURUS MULTISPINUS):
Estos dinosaurios vivieron en el período Jurásico tardío. Eran herbívoros que podían alcanzar hasta siete metros de longitud. Sus restos han sido encontrados en China, aunque se consideran familia del Estegosaurio que vivió en Norteamérica.
Estas son algunas de las especies representantes de los Saurisquios y los Ornitisquios , pero en la tierra habitaron cientos de dinosaurios que aún son desconocidos por el hombre y los equipos dedicados a su búsqueda.
Extinción de los dinosaurios:
Aunque a día de hoy todavía no se conoce con seguridad qué pudo suceder para que los dinosaurios se extinguieran hace 65 millones de años, la teoría que cuenta con una mayor aceptación por parte de los estudiosos de esta especie extinta es la de que pudo ser un meteorito de un tamaño ingente, similar al de una montaña de gran tamaño, que probablemente pudo provenir de algún cometa o de un asteroide chocó de forma brutal contra la tierra en lo que actualmente se conoce como la Península de Yucatán, en el país de México.
Tras el impacto, se entiende que se abrió en que hoy día es el cráter submarino de Chicxulub, que cuenta con unos 200 km de diámetro. Este impacto, además de lograr acabar con toda una era de reinado en la tierra de estos reptiles, se calcula que también se llevó por delante al 70% de la vida terrestre. Después, las temperaturas subieron y muchos más seres vivos murieron también. Los que sobrevivieron, murieron a causa de los escombros y de los residuos que el impactó provocaron. Y si aún quedaban resquicios de vida, la temperatura descendió tras el calor insoportable hasta unos umbrales que hicieron imposible que ningún ser vivo continuara poblando la tierra.
Por contra, otros estudios indican que fueron un gran número de erupciones volcánicas las que provocaron el enfriamiento de la tierra, la lluvia ácida y la extinción de los dinosaurios. Si quieres más información, puedes leer nuestro artículo sobre la teoría del meteorito y la extinción de los dinosaurios.
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